Por: Maribel Figueroa – Unidad de investigación | Es un asunto de vida o muerte. Las denuncias por falta de medicinas en EsSalud abundan en todo el país. Sus farmacias están desabastecidas en un 50 %.
Harly (DNI: 41752352) no puede olvidar el miedo que sintió el 25 de enero cuando en la farmacia de EsSalud del hospital Virgen de la Puerta de Trujillo le dijeron que no había ampollas de Filgrastrim 300 000 UI, un medicamento indispensable para pacientes con cáncer. De inmediato, comenzó a contar el poco dinero que le quedaba en el bolsillo para comprarle a su hijo de 11 años los medicamentos que necesitaba. Acaba de internarlo porque la leucemia regresó para atacar el cuerpo de su menor hijo, pero en EsSalud donde deben salvarle la vida solo le dicen que en la farmacia no hay tres de los cinco medicamentos que necesita. “No sabemos cuándo tendremos Filgrastrim. Tienen que comprarlo ustedes”, es la única y lacónica respuesta que recibe.PUBLICIDAD
“Mi hijo tiene leucemia y necesita ocho ampollas de Filgrastrim y catéteres especiales (port) para su tratamiento de cáncer. Si deja de inyectarse esas ampollas el tratamiento para matar el cáncer de su cuerpo no funciona. Yo he tenido que comprar con lo poco de dinero que tengo, y hasta he tenido que comprar un catéter de menor calidad corriendo peligro de que se infecte, porque no es el catéter adecuado. No tengo para más”, dice con la voz quebrada y con una lágrima que le recorre la mejilla.

Se trata de un asunto de vida o muerte. Las denuncias por falta de medicinas en EsSalud son reiterativas, cosa de todos los días en la mayoría de sus hospitales. Es un drama, un escándalo y hoy se cuentan por centenares los pacientes que reclaman en sus redes sociales y en las puertas de las farmacias sus medicamentos vitales. Las farmacias del seguro social registran un desabastecimiento no por falta de presupuesto sino por falta de planificación y organización. Los reiterados y desacertados cambios en la presidencia Ejecutiva de EsSalud han generado cambios de personal subalterno quienes finalmente se olvidaron de comprar oportunamente las medicinas de todos los asegurados. O, en otros casos, anularon los procesos de compra en marcha porque el arreglo no había sido con esta administración. Es una mezcla de impericia y falta de escrúpulos.https://bcd79e540472b14ee0cf25c7b3ef0c5d.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html
El propio secretario general y el Consejo Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional Médico del Seguro Social del Perú–SINAMSSOP han denunciado el desgobierno en el área de compras y adquisiciones de esta institución de salud.
Este gremio es claro y directo: en lo que va del gobierno de Pedro Castillo (8 meses) han pasado tres presidentes ejecutivos de EsSalud y con ello han ocurrido nombramientos de funcionarios que no cumplen el perfil mínimo para el cargo y que tienen un sinfín de antecedentes. Empezando por las cabezas de la institución.

CENTRO DE COMPRAS DE ESSALUD HACE AGUA
Sin embargo, nadie puede explicar mejor la problemática de las farmacias de EsSalud que la propia, Liz Aliaga Tabraj, química farmacéutica de carrera y presidenta de la comisión técnica de medicamentos del gremio que agrupa a los trabajadores de esta institución de seguridad social adscrita al Ministerio de Trabajo y de la que dependen para el cuidado de su salud once millones de peruanos, entre titulares y familiares de estos. Ella asegura que el problema está en el CEABE (centro de compras de esta institución de salud) porque no existe gente capacitada para llevar a cabo la adquisición oportuna de medicamentos. “Nuestra preocupación está desde diciembre del año pasado, sabíamos lo que se venía».
Y añade:
«A inicios de enero pedimos al señor Gino Dávila (ex presidente ejecutivo de EsSalud) una reunión urgente y de carácter técnico para exponer el problema de desabastecimiento de medicamentos, la misma que se realizó el 26 de enero con la presencia de los asesores William Rosas, Jorge Serida y el gerente general, Marco Cárdenas. En esta se identificó la responsabilidad del CEABE en los procesos de adquisiciones y la falta de mecanismos de solución al problema, proponiéndose la creación de un Comité Técnico de Emergencia. Todos los pacientes nos reclamaban las medicinas y detectamos más de 300 ítems (medicamentos) que no hay en stock” indicó.
“El lunes 31 de enero se realizó la segunda reunión con asistencia de los gerentes del CEABE, jefes de logística de las redes asistenciales, jefes de recursos médicos, gerencia de Prestaciones y la Comisión Técnica del SINAMSSOP en la que los representantes del CEABE expusieron los motivos del desabastecimiento, confirmándose el desconocimiento de cómo hacer las compras y los procesos de adquisiciones que hoy ha generado el problema. Nosotros somos químicos farmacéuticos y podemos ayudar. No hay necesidad de traer gente de afuera. Sabemos lo que es bueno para el paciente y cual (medicamento) puede ser el sustituto, ¿por qué no nos llaman al CEABE? Lo cierto es que no hay voluntad”, refirió Liz Aliaga con indignación.
Y sin voluntad también parece estar la oficina de Relaciones Institucionales y Prensa de EsSalud con los que nos comunicamos por varios días para obtener una respuesta sobre este problema y solo conseguimos evasivas. Katty Larrea, quien en la gestión de Martín Vizcarra, trabajaba en la Secretaría de Comunicación Estratégica y Prensa de Palacio de Gobierno y hoy maneja el área de prensa de EsSalud, solo indicó que informaría de la emisión del reportaje “a su jefa”.
Si esta respuesta del área de prensa y comunicaciones de EsSalud resulta brutal y descarnada, el testimonio de José (DNI 07427173) genera verdadera zozobra.
José es otro padre que espera bajo el inclemente sol poder ingresar al hospital Guillermo Almenara y recoger Somatotropina para su hija de 11 años. Lleva hielo en una bolsa porque sabe que debe mantener la cadena de frio del medicamento para poder aplicarlo en su cuerpo. CARETAS acompañó a este padre de familia en el periplo de conseguir el importante medicamento hormonal al sótano del antiguo hospital ubicado en la avenida Grau, en el centro de Lima. Nosotros fuimos testigos de las respuestas confusas que dieron los trabajadores de la farmacia.
“Recién acabo de llegar a esta oficina. No sabemos porqué no hay medicamentos. Los que estaban antes (hace unos meses) no han comprado”.
Así de insensible y cerrada fue la respuesta de los encargados de esta área. José no piensa rendirse y pide más explicaciones y solo obtiene respuestas confusas y nada alentadoras. Lo que sí pudo confirmar es que al mediodía habían llegado 19 personas antes que él preguntando por el mismo medicamento y a todas se le había negado.
“No hay en farmacia medicamentos, en todo caso vaya al área de compras y adquisiciones en el sexto piso”, finalizó el diálogo.
En el sexto piso llegaría otra respuesta negativa.
“No sabemos cuando llegará. No entendemos por qué no han comprado”, aseguró un encargado quien en todo momento culpó a sus antecesores.
Así, sin rumbo, se encuentra la institución donde un tercio de todos los peruanos está asegurado, un problema que se agudiza y huele a muerte y que no solo toca a las personas con padecimientos graves sino a todo tipo de pacientes que claman por una atención digna, incluso por sus vida.








