A través de un documento, indicaron puntos de mejora sobre el oxígeno, la vacunación y los reportes de contagios, entre otros aspectos.
La Contraloría General de la República encontró deficiencias dentro de las acciones tomadas por el Gobierno durante el primer año de la pandemia de coronavirus en el Perú. Así lo señaló en el documento “Control en la pandemia por el COVID-19” elaborado por la entidad.
En su texto, la Contraloría enfatiza la necesidad de que las actuales y las próximas autoridades gubernamentales tomen discusiones oportunas para atender las principales demandas de la población en temas como el abastecimiento de oxígeno medicinal y la agilización de las vacunas.
Con respecto a las plantas y concentradores de oxígeno, el ente de control detectó una inadecuada gestión para la adquisición e instalación de equipos, adquisición de dispositivos que no cumplían con los requisitos mínimos para su abastecimiento y falta de control en el abastecimiento y almacenamiento de oxígeno en distintas partes del país.

En esa línea, se indicó también que el oxígeno medicinal es primordial para la atención a pacientes diagnosticados con coronavirus que atraviesan problemas respiratorios, mientras que también es importante atender con prioridad la alta demanda de este elemento que escasea en algunos centros de salud.
Vacunación
El informe evidenció problemas en el proceso de inmunizaciones como una inadecuada programación de jornadas de vacunación, así como la falta de protocolos de utilización de saltos de vacunas y una indebida disposición de residuos biomédicos generados durante el proceso. También se enfatizó en la sustracción y pérdida de las vacunas, entre otros aspectos.
Se hizo una crítica a la manera en que se invirtió el presupuesto para la pandemia. “A pesar de los esfuerzos desplegados, y los más de S/ 133 millones asignados para enfrentar la pandemia de la COVID-19, el aparato estatal demostró serias debilidades institucionales y deficiencias que no han permitido que se tomen decisiones oportunas para la contención del virus, las mismas que serán un foco prioritario para la labor de control durante el 2021”, asevera el contralor Nelson Shack.
Reporte de contagios
La Contraloría sostiene que otra situación preocupante es la falta de transparencia y consistencia en el reporte de contagiados y fallecidos a causa de esta enfermedad. Ante ello, el ente recalca que el número de fallecidos reportado por el Minsa, al 15 de marzo, estaría subestimado en 138% comparado a lo reportado por el Sistema Informático Nacional de Defunciones. Mientras que, para finales de abril, el porcentaje asciende a 176%.
El contralor anunció que en este segundo año de intervención a la pandemia se verificará con rigurosidad la desatención a las advertencias sugeridas y el perjuicio que generan con la falta de acciones pertinentes.









